lunes, 7 de julio de 2008

La Ética Ambiental dentro de las Organizaciones Empresariales

La Ética Ambiental dentro de las Organizaciones Empresariales
Lic. Alba Yanes 1
Lic. Joismig Lares 2


RESUMEN



Con este trabajo las autoras buscan evaluar las disposiciones en materia ética ambiental que han regido a las organizaciones empresariales a nivel mundial y nacional; estudiando su desempeño e impacto ecológico.

Con el Modelo Económico Neoliberal implantado en todas las sociedades a nivel mundial, las organizaciones empresariales sólo buscaban su lucro a través del libre capitalismo y sin excesivas intervenciones regulatorias del estado. Para alcanzar tal fin, no se ponían en práctica políticas ambientales de prevención y desarrollo sustentable.

En la actualidad, la población científica, el mundo económico, los representantes políticos y las comunidades como tal; pueden apreciar el daño ambiental que se le ha ocasionado al planeta y todo esto como consecuencia de no manejar un código ético ambiental en las sociedades. Es cuando surge el Modelo Socialista que busca el bien colectivo e incluso la cooperación para detener la destrucción del ambiente.

En consecuencia, el objetivo de este documento es pasearnos por el escenario actual dentro de las empresas y apreciar su pasado y presente en pro al logro del máximo bienestar de la población y al sostenimiento del planeta, en interés de la humanidad.

1 Alba Yanes es Licenciada en Administración Mención Informática (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2007), Especialista Certificada en Desarrollo de Paginas Web (Ministerio de Ciencia y Tecnología e IBM 2005) y MSc. Postgrado en Gerencia del Talento Humano (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2008)

2 Joismig Lares es Licenciada en Administración Mención Recursos Materiales y Financieros (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2005), y participante activo del Postgrado en Gerencia del Talento Humano (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2008)

INTRODUCCION
En los últimos diez años de globalización y capitalismo a nivel mundial, se han producido resultados increíbles a nivel científico y tecnológico, pero éstos algunas veces son bastante desalentadores desde la perspectiva ambiental y cultural, debido a alcanzar altos niveles de degradación del ecosistema.

La Ecología, un término cotidiano para todos hoy en día; nos introduce en el estudio de la relación entre los seres vivos y su ambiente o de la distribución y abundancia de los seres vivos, y cómo esas propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente.

Este concepto nos muestra el criterio de que no habrá salud individual si no mantenemos saludable nuestro entorno, y que de poco servirá lo que hagamos por el bienestar de nuestros pueblos si esta acción no es acompañada del cuidado y conservación del medio ambiente y de la concientización a la sociedad en general de la situación existente.

A su vez el concepto de Bioética “es el estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, analizados a la luz de los valores y principios morales.” Sgreccia (1996) p.16.

La raíz conceptual del surgimiento de la bioética, se ve sustentada en la necesidad del científico siendo un ser humano de plantearse preguntas éticas, es decir, este se interroga sobre la relevancia moral de su existencia e intervención. La aplicación de cualquier conocimiento científico puede tener consecuencias imprevisibles para la humanidad aunque sólo sea concentrar el poder biotecnológico en manos de unos cuantos. Este es un fenómeno científico de mucha discusión actual, en el que el hombre ha dejado de ser solamente investigador y proveedor de respuestas existenciales; y ha pasado a ser forjador de valores sobre el carácter moral con el que abordar ciertos estudios y discernir en donde están los limites entre la ciencia y la conducta humana.

La Bioética, entonces, es una herramienta ética que a partir de la descripción de la situación, analiza racionalmente la licitud y validez de la intervención humana sobre su entorno.
Como seres pensantes no podemos negar, que hemos cambiado el medioambiente de manera radical en los últimos cincuenta años, al punto de poner en peligro la existencia de la vida sobre la tierra; y esto también ha pasado a ser motivo de preocupación ética.
Los problemas ambientales no son resultado del azar, son provocados por la intervención humana; en su afán de alcanzar el bienestar económico, científico, tecnológico, político, jurídico y social. Lo interesante aquí es la aparición de lo moral y ético, para lograr tomar conciencia de la catástrofe ambiental que esta más próxima de lo que cualquiera puede imaginar.
Otro termino interesante es el de desarrollo sostenible, el cual busca: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades” Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU (1987) Cáp. 2. .Esto se lograra definiendo proyectos viables y reconciliando los aspectos económicos, sociales, y ambientales de las actividades humanas; “tres pilares” que deben tenerse en cuenta por parte de las comunidades y empresas.
En este orden de ideas el problema ambiental debe significar un desafió de vida para la humanidad, asumiéndolo con responsabilidad. La degradación ambiental no es sólo un problema que exige soluciones científico técnicas, también requiere del hombre una toma de conciencia y un cambio de actitud empresarial de todas las organizaciones.

Por lo anteriormente expuesto el sector económico esta siendo cada vez más llamado a la reflexión; obligado a implementar una nueva cultura económica mundial y buscando minimizar los daños ambientales derivados de la actividad de producción o transformación de la materia prima sin comprometer la participación empresarial en un mercado cada vez más competitivo y demandante de productos y servicios.
Para aportar soluciones a esta grave problemática, los gerentes dentro de las empresas deben lograr relacionar la Responsabilidad Ambiental Empresarial (RAC) con los objetivos primordiales de la organización en las que laboran. “Los desafíos globales asociados con la sustentabilidad pueden ayudar a identificar estrategias y prácticas que contribuyan a un mundo sustentable y, al mismo tiempo, crean valor para el accionista. Esto es lo que se llama “creación de valor sustentable” para la organización.” Narváez, Fernández y Revilla (2007).
Para lograr alcanzar estos objetivos se debe entender el concepto de desarrollo global sustentable, es un objetivo empresarial complejo que no puede ser alcanzado por una sola acción corporativa; sino por un colectivo económico que en conjunto empleen políticas eficientes para administrar sus recursos, disminuyendo el consumo injustificado de materias primas y reduciendo la contaminación y degradación del ambiente asociada al procesamiento de las mismas.
La oportunidad de crear un ambiente económico prospero, mientras simultáneamente se crea un mundo sustentable y resguardado; es una posibilidad viable que debe ser estudiada y explotada por todas las corporaciones a través de la RAC.
Introducción a la Ética Ambiental
“La aparición de nuevos problemas y amenazas en la naturaleza provocados por la acción del hombre ha terminado convirtiendo a esta rama de la ética en una de las que más atención acapara, tanto por la actualidad de los problemas que aborda, como por la urgencia de encontrar soluciones teóricas y prácticas a los retos planteados; la ética ambiental es como la reflexión racional y práctica sobre los problemas derivados de la relación del hombre con la naturaleza”. Martínez (2001) p.24. El autor discute el carácter actual y obligatorio en todo ámbito de la ética específicamente cuando discute temas ambientales, por lo que afirma:



1. En primer lugar, se debe subrayar que la ética ambiental implica claramente una redefinición de la ética. Tradicionalmente, la ética había venido ocupándose de valores y normas propias del ser humano. La pregunta por la felicidad o por la justicia estaba circunscrita a la acción del hombre, y a su relación con otros hombres. Pensar que en la naturaleza pueda haber valores morales o plantearse la posibilidad de establecer normas en la relación entre el hombre y el resto de seres vivos supera claramente los límites propios de la perspectiva ética tradicional. La ética anteriormente era un asunto humano claramente delimitado, y no podía concebirse que hubiera problemas morales derivados de nuestra relación con la naturaleza. Por tanto, y esta es una de las notas definitorias de la ética ambiental, el concepto mismo de ética, su objeto y muchos de sus conceptos tradicionales, deben ser repensados para amoldarse a las exigencias de los nuevos problemas planteados.
2. En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, se replantea necesariamente el tipo de relación del ser humano con otros seres vivos, y con la naturaleza en general. Se redescubre así un nuevo espacio de calificación moral: los seres vivos, los ecosistemas, la naturaleza. La división tradicional entre el sujeto moral y el mundo comienza a derribarse, de manera que las acciones y decisiones de los seres humanos respecto a la naturaleza pueden comenzar a recibir una evaluación moral. Desde la aparición de la ética ambiental, la reflexión no se puede desarrollar de un modo aislado y conceptual, sino que es necesario fijarse en las relaciones entre el hombre y su medio. Los conceptos tradicionales de la moral necesitan adaptarse a las particularidades de la ética ambiental. (p.39).
El mismo también comenta del sentido moderno que debe darse a la Ética, apartándola de consideraciones morales pasadas en las que no se relacionaba la conducta humana con su medio ambiente; replanteando esta relación en la que ahora el hombre deja de ser el propósito de estudio de la ética y pasa a ser un componente del todo; siendo la base la interacción entre el hombre y su medio



Problemas Específicos de la Ética Ambiental
El mismo Autor en su afán de plantear esta situación considera tres problemas o temas sobre los que la ética ambiental debe discutir:
· Problemas Internacionales: Son aquellos que pueden surgir entre las relaciones de diferentes naciones; como lo son el efecto invernadero, el calentamiento del planeta, la lluvia ácida, el agujero de la capa de ozono, la deforestación, accidentes radiactivos, etc. Que pueden provocar éxodos o invasión de soberanías territoriales para buscar una solución.
· Problemas Intergeneracionales: Este surge cuando el bienestar o proceder de las generaciones presentes, pone en riesgo el futuro de generaciones futuras. El desarrollo tecnológico, científico, y económico en muchas ocasiones provoca daños ambientales que se verán reflejados en un futuro, incidiendo regenerativamente en la disponibilidad de recursos de próximas generaciones.
· Problemas Interespecíficos: Son aquellos conflictos que surgen entre el hombre y los animales con los que compartimos el mundo; es decir, problemas de la raza humana con seres vivos no humanos. El conflicto surge cuando la búsqueda de sobrevivencia del hombre atenta contra la vida animal y vegetal del planeta; la cuestión es asumir que especie es mas importante o todas debemos tener el mismo valor.
Generalidades de la Responsabilidad Ambiental Corporativa (RAC)
Continuando con la idea la Comisión de las Comunidades Europeas “Cada vez es mayor el numero de empresas que fomentan sus estrategias de responsabilidad ambiental en respuesta a diversas presiones sociales, medioambientales y económicas. Su objetivo es transmitir una señal a los interlocutores con los que interactúan: trabajadores, accionistas, inversores, consumidores, autoridades públicas y ONG. Al obrar así, las empresas invierten en su futuro, y esperan que el compromiso que han adoptado voluntariamente contribuya a incrementar su rentabilidad” (2001) p.3.
No es un secreto y la experiencia lo demuestra, que las empresas que adoptan prácticas de protección ambiental, a mediano y largo plazo, se vuelven mucho mas competitivas en mercados locales e internacionales, ya que el ámbito conservacionistas les regulas el uso de proceso y productos mas elaborados y refinados en su fabricación, así como un mayor respeto por las normas y constante búsqueda de innovación y modernización de sus labores; por ende el éxito de la organización a través de el desarrollo sustentable.
Inversión Ambientalmente Responsable

Al hablar de inversión ambientalmente responsable, las empresas buscan difundir el apoyo a la economía y sus mercados implementando prácticas de responsabilidad ambiental. Es aquella capaz de impulsar un desarrollo económico y financiero, considerando altos cánones éticos y medioambientales en sus políticas de inversión y manejo de recursos; generando así una mejora de la imagen empresarial de la organización y por ende un desarrollo sustentable.

En los inicios de la inversión ambientalmente sustentable, solo fue enfocada para tener un impacto netamente social, sin involucrar la concientización y manejo eficiente de los recursos ecológicos.

Sin embargo, posteriormente las empresas, concientizarón el gran valor agregado de esta inversión ambiental y de los fructíferos aportes de la misma a la economía. Se procedió a ampliar las políticas, de sociales a la inclusión de un esquema medioambiental; mejorando así la imagen de las organizaciones y pasando a ser un criterio de éxito, definiendo a las organizaciones mas competitivas de las que no.

En relación a lo dicho anteriormente, surgieron en el sector económico los fondos de inversión o de pensiones éticas o con responsabilidad social y fondos ecológicos o verdes, los cuales para ser otorgados, se debía cumplir con criterios de selección netamente ecológicos y conservacionistas. Otras iniciativas del estado Venezolano propulsor de la responsabilidad social enfocada a la no degradación del medio ambiente, es la reducción de impuestos gubernamentales a aquellas organizaciones que toman políticas regulatorias ambientales, así como el retomar practicas de reciclaje, ahorro de recursos, entre otras.

Por otra parte en el panorama económico mundial surgieron índices de calidad y financieros, orientados al sector conservacionista y que solo son otorgados a aquellas organizaciones que cumplen estrictas normas, por ejemplo: “Dow Jones Sustainability”, Domini, “400 Social”, “Global Reporting Iniciative”. Entre los componentes analizados por estos índices se encuentran la Dimensión Económica (gobierno corporativo, relación con inversores, planificación estratégica, gestión de riesgos, códigos de conducta, etc.); la Dimensión Medioambiental (publicación en Informe Anual, actuación y gestión medioambiental de las actividades, políticas en materia de reciclaje y aprovechamiento energético, etc.); y la Dimensión Social, (indicadores de Capital Humano, políticas de prevención e implicación en el desarrollo social de las comunidades).

Estos índices evidencian la importancia cada vez más creciente a las políticas de buen gobierno y a las iniciativas que no dañen el medio ambiente; es así que se logra diferenciar a las compañías líderes, de aquellas rezagadas. La transparencia y la responsabilidad en todas las compañías está creciendo visiblemente a través de mecanismos de control creados para tal efecto.

Según Benavides y Gastelumendi (2001), es evidente que para invertir ambientalmente solo se debe tomar la decisión y concientizar a la responsabilidad ambiental como una herramienta aliada y no como una adversaria que genere mayor papeleo burocrático; en consecuencia la aplicación de políticas medio ambientales responsables esta orientada a la generación de utilidades mas prosperas en la organización y en convertirse en una ventaja competitiva diferencial de la misma.





Aportes y Rentabilidad de la Inversión Ambientalmente Responsable

El principal objetivo económico dentro de cualquier empresa es la de obtener un valor o un bien. Es bastante común evidenciar organizaciones en las que se malgaste los recursos, no proporcionan buen servicio y no son eficientes en sus labores; pero si reciben utilidades satisfactorias y en consecuencia no hacen nada por depurar sus labores.
Es por ello que hoy en día las empresas no deben desaprovechar la oportunidad de generar bienes y utilidades para ellos y sus clientes, a la par que colaboran con el desarrollo de prácticas conservacionistas y un mundo desarrollado sustentablemente. Para Benavides y Gastelumendi (2001), existe un consenso en las empresas globalizadas en enfocar las inversiones ambientales responsables como un aporte positivo, que genera rentabilidad e identificación social de los clientes y trabajadores con las organizaciones a las que representan. Mas no todas las empresas tienen la misma posición al respecto, algunas mas pequeñas de ellas perciben estas prácticas como generadoras de fortalezas mientras otras más pequeñas consideran que no aporta valor a la empresa. Lo vital de concientizar por el sector económico, es internalizar la urgencia de implementar estas prácticas éticas para el bien colectivo.
Se afirma entonces que la empresa funciona como una comunidad de individuos con intereses propios y comunes insertos en un contexto socio ambiental especifico; siendo su objetivo la maximización de creación de bienes para las partes internas (empleados, accionistas) y externas (clientes, proveedores y comunidad en general), los cuales se relacionarse bajo normas de ética y legitimidad; es decir, la reputación de la empresa aumenta el valor de la misma y este incremento genera riqueza a la vez que favorece su reputación y consolida su legitimación ante la sociedad o interesados.
Las organizaciones en función a su proceder tomaran lugares más o menos privilegiados con respecto a otras. Puede mencionarse que aquellas que basen sus principios en: reparación, reacondicionamiento, reutilización y reciclaje de sus materias primas; tendrán un futuro garantizado desde el punto de vista de sustentabilidad y políticas ambientales. También es un hecho que todos estos beneficios no se ven alcanzados de inmediato; las organizaciones deben vislumbrar percibir a largo plazo los resultados en términos económicos o de prestigio social; siendo el medioambiente una oportunidad de negocio real.
Materia Legal Mundial y Nacional de la Inversión Ambiental Responsable
El documento por excelencia que ha servido como referencia legal a nivel mundial para impulsar el desarrollo sustentable es el generado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. Este Instrumento actúa como acuerdo internacional entre mas de 36 países que busca reducir las emisiones de seis gases provocadores del calentamiento global: dióxido de carbono, gas metano, óxido nitroso, Hidrofluorocarbonos, Perfluorocarbonos y Hexafluoruro de azufre, en un porcentaje aproximado de un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. Además, en el se establece que los países desarrollados que firmen el tratado cooperen con los países pobres, mediante ayuda financiera y tecnológica, para dotarles de aquellas tecnologías que ayuden a limitar sus emisiones de gases y a logar un desarrollo sostenible de sus economías.
Este instrumento también ha sido duramente criticado por países netamente capitalistas como Estados Unidos el cual se retiro del mismo, y Rusia ante su negativa de ratificarlo, ya que según estudios formales, se estima que el cumplimiento del protocolo costará cantidades exorbitantes de dinero entre 2008 y 2012. Además, sus autores se muestran convencidos de que provocará un incremento adicional de la inflación y una reducción inmediata del Producto Interno Bruto a nivel mundial. A estas consecuencias inmediatas sólo pueden seguirle el aumento del desempleo, la desaparición de industrias relativamente pequeñas y estancamiento económico general. Muchos lo han catalogado como un documento que va en contra del capitalismo o un plan salvaje que solo busca el bien de un colectivo; lo que hay que reflexionar es que ese colectivo lo constituye el mundo y que si se debe colocar en una balanza la salvación de la humanidad y el bienestar económico; es clara la decisión que debemos asumir.
En Venezuela al hablar de gestión del medio ambiente: “se entiende al proceso constituido por un conjunto de acciones o medidas orientadas a diagnosticar, inventariar, restablecer, restaurar, mejorar, preservar, proteger, controlar, vigilar y aprovechar los ecosistemas, la diversidad biológica y demás recursos naturales y elementos del ambiente, en garantía del desarrollo sustentable.” Ley Orgánica del Medio Ambiente (2007) Artículo 2.
“Esta Ley tiene por objeto establecer las disposiciones y los principios rectores para la gestión del ambiente, en el marco del desarrollo sustentable como derecho y deber fundamental del Estado y de la sociedad, para contribuir a la seguridad y al logro del máximo bienestar de la población y al sostenimiento del planeta, en interés de la humanidad.” Ley Orgánica del Medio Ambiente (2007) Artículo 1.
La Ley Orgánica del Medio Ambiente toca y desglosa de forma eficiente cada uno de los agentes contaminantes que pueden degradar el ambiente y estipula los mecanismos reguladores de los mismos para ser tratados y desechados. También nos describe la posición regulatoria del estado para lograr el control ambiental, ante el principal contaminante: el hombre, como individuo que forma parte de la sociedad y de las empresas en su gestión económica. Pero el instrumento que mas toca directamente a las organizaciones económicas de nuestro país en materia ambiental es el Decreto 3219 del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, el cual estipula que toda empresa debe cumplir con el con el Registro de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente (RASDA), colocando a las empresas en estudio y posterior régimen de adecuación de sus actividades industriales, desarrollo y evaluación de proposiciones de adecuación (técnico-financieras) y la fijación de un cronograma de adecuación, que puede incluir tanto la instalación de tecnologías de comando y control como la optimización del proceso productivo. Una vez realizado el proceso de adecuación de las actividades para optimizar la conservación del ambiente, se establece un plazo en función de las necesidades específicas de cada firma y las empresas deben reportar trimestralmente el fin de sus desechos.

¿Cómo asumir el desafió de la Inversión Ambientalmente Responsable?
Anteriormente se consideraba aquellas empresas que resarcían sus daños ambientales como escasas o de carácter filantrópico; mas actualmente son estas precisamente las más competitivas. En tal sentido se plantean algunas pautas que se pueden tener en cuenta al momento de iniciarse en la práctica de una inversión ambientalmente responsable:
· Disminución de Residuos Contaminantes a través de la Reingeniería de los procesos: Se refiere a que las organizaciones asociadas a la industrialización que generan residuos y emisiones contaminantes, pueden hacer más eficientes sus procesos actuales, aprovechando mejor sus recursos y por ende entra menos materia prima y se disminuyen los residuos. Menor cantidad de contaminantes significa una mejor utilización de las entradas y menores costos en recursos. Para esto se requiere que los trabajadores, se preparen y se sientan comprometidos con la organización; una eficiente gestión de los gerentes y de trabajo en equipo.
· Seguimiento a la Gestión del Producto: La prevención y practicas conservacionistas no debe ser una actividad centrada solo a políticas internas de la empresa, debe orientarse también a todo el ciclo de vida del producto para así abordar los desechos que este pueda generar y buscar mecanismos logísticos para su disminución y correcta manipulación.
· Empleando tecnología de punta: El termino tecnología de punta se refiere a todas aquella innovaciones tecnológicas que están en constante evolución; aquellas empresas que están dispuestas a implementar políticas responsables ambientalmente son las mismas que ponen en ejecución el uso de tecnologías limpias que perfeccionen sus procesos. Esta iniciativa genera un desembolso de capital grande inicial por parte de las organizaciones (tecnologías disruptivas) pero se traduce en ganancias a largo plazo.


Reflexiones Finales
Por todo lo expuesto se considera imperiosa la necesidad de observar con detenimiento la desestimación del costo ecológico por una economía globalizada incontrolable que cada día continúa agrediendo y degradando el entorno mundial, lo que se traduce directamente en afectaciones a la salud de su población y de sus condiciones de vida.
La importancia de estudiar este tema es determinar el problema que enfrenta el mundo actual en relación con la contaminación ambiental está representado por los desechos industriales, y esto se produce gracias a la amplitud del sector industrial en el afán de mantenerse en el mercado competitivo actual, entonces si bien es cierto que el aumento en el comercio y la inversión extranjera directa estimulan un mayor crecimiento de los países en desarrollo, necesariamente se producirá más contaminación industrial y degradación ambiental.
Parece ser que no existe una descripción simple de una globalización que necesariamente origine daño ambiental, ya que si se combina con reglamentos internos innovadores y la inversión puede ayudar a aumentar más que a reducir las normas ambientales. Entonces es posible combinar la apertura económica con reformas que apunten directamente a objetivos ambientales, tales como retirar los subsidios de aquellas actividades que resulten dañinas para el medioambiente, crear instituciones dedicadas al tema en todos los niveles para monitorear y proteger a los sectores sensibles e incorporar enfoques innovadores y eficaces en función de los costos a los reglamentos ambientales, estos reglamentos pueden complementarse con mecanismos reguladores tales como la publicación de información clara sobre la contaminación y sus efectos y la educación de las comunidades.
Las organizaciones empresariales en la actualidad, tienen la difícil tarea de integrarse a un nuevo modelo económico capaz de impulsar fuerzas productivas y cumplir con las tareas económicas que enfrenta la sociedad hoy en día; estas deben promover el desarrollo de una sociedad más solidaria, acorde a las aspiraciones de una sociedad socialista, con altos valores éticos morales y ambientales.
Por todo lo expuesto se entiende que las organizaciones forman parte de la sociedad globalizada pero estas no deben ser destructoras sino todo lo contrario, deben formar parte del proceso concientización en relación a la conservación del medio ambiente para lograr el desarrollo que las mismas buscan, por esto es el individuo como parte del individuo quien debe evaluar su propia conducta en la construcción del mundo que todos queremos.
En Venezuela nos encontramos en un despertar ético en todos los niveles, siendo el conservacionismo ambiental un excelente punto de referencia. Son muchas las organizaciones privadas y publicas que han concientizado a la Inversión Ambientalmente Responsable como un bien añadido a su desarrollo y cotidiana actividad económica

Las empresas deben actuar como una dupla ganadora conjuntamente con el estado y la sociedad para conformar individuos más concientes de su papel en el cuidado del planeta. Este objetivo se logra mediante regulaciones como el RASDA, y el continuo seguimiento y apoyo de los entes competentes en materia ambiental Venezolana.


BIBLIOGRAFIA
· Benavides Marcela y Gastelumendi Guida (2001). Responsabilidad social empresarial. Universidad del Pacífico.
· Comisión de las Comunidades Europeas (2001). Libro Verde. Bruselas.
· Comisión de las Comunidades Europeas (2002). La responsabilidad social de las empresas. Bruselas.
· Decreto 3219 (1999). Gaceta Oficial 5305.
· Elio Sgreccia. Manual de Bioética. Instituto de Humanismo en Ciencias de la Salud. Editorial. Diana. México. 1996, p.16
· Ley Orgánica del Ambiente (2006). Gaceta Oficial 5833.
· RASDA (1999) Registro de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente. Decreto 3219. Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, Gaceta Oficial Nº5305. Caracas, Venezuela.
· Resumido del libro Ética Ambiental, de Alfredo Marcos Martines, publicado por la Universidad de Valladolid en el año 2001.
· Senior, Alexa; Narváez, Mercy; Fernández, Gladis y Revilla, José. Responsabilidad ambiental: factor creador de valor agregado en las organizaciones. Revista de Ciencias Sociales vol.13 no.3. (2007). En Red. Disponible: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-95182007000300009&lng=en&nrm=iso

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