miércoles, 21 de mayo de 2008


La Inteligencia Emocional, Autor: Daniel Goleman, Editorial Vergara Buenos Aires. México. 1era Edición B. Año 2000.

En esta época de grandes y constantes cambios en todas las esferas de nuestra existencia en la que se nos exige estar preparados para enfrentarlos, ya que estos cambios cada día son mayores, más rápidos, más violentos, mucho más traumáticos, más ligados a un ambiente
de gran incertidumbre, de una competitividad que no se había tenido antes motivada a la globalización que le impone todo tipo de exigencias a las organizaciones, ocasionando riesgo a su personal a veces sin tomar conciencia de el, nuestra salud fisíca y emocional, buscando el desarrollo y Talento como tal, podríamos llamarlo el tema clave dentro de las organizaciones protagonistas.

Recordando que ante todo somos seres humanos, que tenemos necesidades y metas, las aceptemos, o no racionalmente. Una de las necesidades principales es El Vació personal de emociones, sentimiento y caricias que deben ser llenados, ya que esto determina y organiza todos los procesos mentales y comportamiento total direccionado con motivación al logro.

Es así como en el mundo actual lo que más vale es nuestro coeficiente emocional, que es un segundo tipo de inteligencia, que, en general, se refiere a varias capacidades humanas, tales como empatia, autoconfianza, autocontrol emocional, tacto, sensibilidad personal, habilidad para tomar decisiones sobre una fuerte presión, de ser creativo e innovador, tomar decisiones sensatas, así en adelante.

Tales habilidades requieren mucha objetividad y dedicación, y todas envuelven una colección de datos y análisis, donde su memoria debe estar completamente concentrada. Todos poseemos estos dos tipos de inteligencia (CI y CE) en niveles diferentes. No es necesario pensar que la mente de alguien es incapaz. Cualquier persona que tenga un cerebro desenvuelto (cualquiera que esté leyendo este texto) tiene el potencial nato para ser exitoso en cualquier nivel que escoja. Sin embargo, sin una aptitud innata, su éxito será mediocre. Conozcamos más la Inteligencia Emocional (o Coeficiente Emocional- CE).

El Coeficiente Emocional describe la habilidad o capacidad que el individuo posee para percibir, accesar y administrar sus propias emociones y sentimientos, así como las de otros. Esta es una habilidad de entender y organizar a otras personas, que también se entiende como la capacidad de entender deseos de los demás y de su propio "yo". Esa información es utilizada para guiar el pensamiento y la acción de los otros. Esa medida es la llamada Inteligencia Emocional y se basa en una solución emocional para problemas.

La Inteligencia Emocional envuelve: Auto Conciencia = La habilidad de leer las emociones de otras personas y entender sus consecuencias. Auto-Orden= Se basa en la capacidad de dirigirse al otro en busca de éxito. Conciencia Social= Significa entender a los otros, sus emociones, sentimientos e intenciones y desenvolver sobre ellos la habilidad de inspirar, influenciar y desenvolver la capacidad de solucionar problemas.

Es así como nace la relevancia de este tema la inteligencia emocional nos permitirá siendo bien empleada actuar oportunamente en la toma de desiciones y en la resolución de un problema.

Este autor resume en cinco (5) las habilidades que integran la inteligencia emocional.

Conócete a ti mismo: Es la capacidad para reconocer la emoción en la que estás envuelto en el momento presente, es decir “cuando los acontecimientos están en pleno desarrollo”. Para alcanzar esta habilidad es conveniente auto observarte. Con el tiempo te darás cuenta que ciertos estímulos externos, como el calor, un tipo de música, ciertas conversaciones u olores, pueden alterarte, para bien o para mal. Así, evitarás exponerte a determinados ambientes y por el contrario buscarás activamente otros, aquellos que te den fuerza positiva. También los estímulos internos pueden cambiar nuestro humor, por lo que debemos evitar ciertos pensamientos y procurar otros. Si te encuentras ante una circunstancia importante, de la que depende algún objetivo significativo para ti, muy mal harías en traer pensamientos que te inducirán a comportarte de manera torpe o inadecuada.

Habilidad para auto regular nuestra emoción: Esta segunda habilidad depende fuertemente de la primera y se define como el acto a través del cual paramos o suspendemos el desarrollo de una emoción y bajamos su intensidad ó acortamos su permanencia; o, por el contrario, la “espueleamos”, la impulsamos para que se desenvuelva y le subimos su intensidad, de acuerdo al tipo de emoción de que se trate y por supuesto de nuestra conveniencia.

Auto motivación: Es la capacidad para mantener la fe, conservar el entusiasmo necesario y asumir el optimismo como conducta permanente, aun en medio de las mayores dificultades

Sintonizar: A esta habilidad se le conoce también como empatía. Gracias a esa habilidad somos capaces de interpretar cabalmente a las demás personas y practicar la solidaridad. Esta habilidad es especialmente necesaria en personas que asisten a los demás, como las enfermeras, los médicos, los mecánicos de vehículo y las secretarias. Gracias a la empatía los padres podemos comprender a los hijos y las parejas pueden mantener una mejor relación.

Influir: Para influir se requiere primero sintonizar. Esa es la dinámica del liderazgo: experimentar el dolor, la alegría, la tristeza o la rabia del otro, y en un segundo momento procurar modificar o cambiar dicha emoción en función de un objetivo preestablecido.

Entonces; yo definiría la Inteligencia Emocional como la capacidad para reconocer sentimientos en si mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar con otros. Teniendo en consideración el objetivo que queremos lograr.

La Inteligencia Emocional trata de que conozcas y manejes tus habilidades para controlar de mejor forma las emociones, tanto positivas como negativas las cuales forman parte de nuestra vida, y que es normal que las sintamos, ya que sin ellas aquellos Grandes Cerebros no contarían en la historia, ni tampoco los Retención, Recepción, Análisis, Emisión y controlen funciones de nuestro cuerpo en forma integra, de la misma forma La Inteligencia Emocional en el Trabajo, Competencias, Habilidades Técnicas y Cognoscitivas son indispensables en nuestro crecimiento personal, familiar y empresarial, para llenarnos de conocimientos y aprender a manejarnos en ciertas y determinadas circunstancias aplicando y Practicando pensamientos y sentimientos saludables como estos:

Sonríe: Este cambio en los músculos faciales produce una serie de cambios bioquímicos que cambian nuestra emoción y favorece la salud.

Reenfoca el problema: Trata de encontrarle lo positivo a lo que sucede, recuerda que las situaciones difíciles son una gran oportunidad para aprender y que has experimentado situaciones conflictivas en el pasado y pudiste seguir adelante.

Practica Ejercicio: Como mínimo 20 minutos continuos Inter.- Diario.

Expresa tus Sentimientos: Sean molestia o dolor conversando con la persona involucrada (con personas amigas o de confianza) o escríbele una carta donde desahogues tus emociones.

Gerencia con Vitalidad: Como abriendo un camino en busca de la Salud Integral del profesional competitivo.

Lic. (Esp) Yovanka González.
Participante de la Maestría Gerencia del Talento Humano.
1era Reseña.