lunes, 9 de junio de 2008

“EL PODER DEL PENSAMIENTO FLEXIBLE

Plantea que hay diversos estilos de mentes: las rígidas que se refieren a las personas encerradas en sus propios pensamientos y tienen resistencia a cambiar cualquiera de sus comportamientos, creencias u opiniones, son facilistas, distorsionados, irascibles, autoritarios e impositivas y mayormente padecen de enfermedades mentales y tienen adherencia compulsiva en determinadas creencias, sienten incertidumbre y ambigüedad, no están preparados para la espontaneidad y la improvisación. Mientras las personas con mente flexible están abiertas a las nuevas ideas para enfrentar las circunstancias, aportar soluciones, son curiosas, humoristas, creativas, se ponen a prueba, están dispuestas al cambio, conocen sus fortalezas, sus debilidades, buscan la razón, evitan los extremos, hacen excepciones con las reglas, confrontan principios, criterios o mandos, definen fronteras, consideran la norma y los factores equilibrantes; pues la flexibilidad de la mente es un proceso dinámico de observación y auto-evaluación permanente.
Cuando la persona es dogmática, tiende a caer en el egocentrismo por creer que todo gira alrededor de si y lo que cree es su única realidad generando consecuencias negativas para las personas que lo rodean por carecer de humildad, por soberbia al creer saberlo todo siempre están a la defensiva; caen en contra-ataques, tienden a confundir los sentimientos con la razón. No obstante las personas con pensamientos flexibles procuran buscar el equilibrio entre la razón y la emoción, siendo participes de un buen humor, gozan de buena salud mental mezclando una pizca de alegría con optimismo.
Por otra parte se plantea que las mentes rígidas están encapsuladas incapaces de manifestar sus sentimientos y emociones por creer que es una forma de mantener el control y tienden a ser perfeccionistas con una extrema planificación, ven en la normativa como una fuente de seguridad y orgullo. En cambio las personas con una mente flexible disfrutan con mas naturalidad sin dejar de ser responsables en sus quehaceres solo que ven la vida desde otra óptica, son espontáneos y estimulan la libertad emocional, capaces de ensayar nuevos comportamientos; producen soluciones con creatividad sin maltratar a sus semejantes.
Los lideres con este tipo de mente influyes sobre otros con armonía y respeto logrando en esta forma los objetivos trazados, se autoevalúan; piensan, se confrontan a sí mismas y finalmente deciden qué hacer. Evidentemente una mente flexible genera menos estrés, mas felicidad y menos violencia es por ello que se debe orientar los esfuerzos para preparar a las personas con una aptitud abierta al cambios para un mejor vivir.

Zapata M., Elves Yanitza